miércoles, 11 de marzo de 2015

Consideraciones legales sobre la actividad cinematográfica en la historia de Venezuela


En el año 1943, por iniciativa de Luis Guillermo Villegas Blanco, se constituye formalmente la empresa Bolívar Films y se funda la Asociación Venezolana de Exhibidores Cinematográficos. En 1949, Bolívar Films empieza a producir largometrajes dentro de un esquema industrial, contratando actores, directores y técnicos mexicanos y argentinos. 1956 sería el año de fundación de la Cámara de la Industria Cinematográfica. En la década de 1960 se inicia una serie de discusiones entre cineastas y críticos por la creación de una Ley de Cine. Sería entonces en mayo de 1967 cuando se entrega al Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes (INCIBA) el primer proyecto de la Ley de Cine, que constituía una formulación de aspiraciones comunes entre todos los que participaban de la actividad cinematográfica venezolana en aquel entonces.

Ahora bien, es a partir de 1971 cuando surge el interés del Estado venezolano por el cine. Es así como durante el primer gobierno de Rafael Caldera, nace la Dirección de Cine a través del entonces Ministerio de Fomento. Dos años después, la película Cuando Quiero Llorar no Lloro, de Mauricio Walerstein, basado en la novela de Miguel Otero Silva, consigue un éxito de taquilla sin precedentes para un filme venezolano y da inicio al llamado boom del cine nacional. Es así como en 1974 nace la Federación Venezolana de Centros de Cultura Cinematográfica (Fevec), un organismo creado con la función de velar y actuar por la libre circulación y exhibición cinematográfica de índole cultural, agrupando a todos los centros de cultura cinematográfica, cineclubes, centros de cine experimental, cinematecas y circuitos populares de exhibición.

En 1975, el Estado venezolano inicia el otorgamiento de créditos para la producción cinematográfica a través del convenio entre los extintos organismos Corpoturismo y Corpoindustria. Más adelante, en el gobierno de Luis Herrera Campins, se crea en 1981 el Fondo de Fomento Cinematográfico (Foncine), con el propósito de estimular la producción cinematográfica nacional, mediante créditos de financiamiento para la producción y realización de largometrajes y cortometrajes. En el año 1990 se crea mediante un decreto presidencial la Fundación Cinemateca Nacional.

Después de años de espera, encuentros y desencuentros gremiales, debates universitarios, discusiones públicas y estudios académicos; el 8 de septiembre de 1993 se aprueba finalmente la primera Ley de Cinematografía Nacional durante el gobierno de Ramón J. Velázquez, y se crea en 1994 el ente rector de la actividad denominado Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, que sustituyó en sus funciones al Fondo de Fomento Cinematográfico (Foncine). Como todo reglamento legal que se respete, la Ley de Cine de 1993 buscaba en última instancia la organización del proceso cinematográfico y la modernización de dicho sector en Venezuela. Sin embargo, no establecía protecciones a la industria cinematográfica ni era clara con respecto a la posición del Estado venezolano en cuanto al tema de la distribución y exhibición de películas. Es decir, no establecía ninguna cuota de pantalla para las producciones fílmicas nacionales (como sí lo hará la Ley de Cine de 2005). Más adelante, la Ley de Cine de 1993 sería derogada por la llamada Ley de la Cinematografía Nacional del 26 de octubre de 2005 (Gaceta Oficial Nº 5.789 Extraordinario del 26 de octubre de 2005). Y es justamente la Ley de Cine del 2005 la que se analizará a continuación.

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