A las 7:38 de la noche salió la procesión al ritmo de Chinita de Maracaibo y gaitas
Texto: Mariana Albarrán Pasini
Foto: Alberto Alvarado
La procesión patronal visitó a los habitantes de El Saladillo. Las flores y gaitas no faltaron en el peregrinar.
Cuando el día cedía su turno a la noche, más de seis mil almas aguardaban, ayer, el encuentro con la reliquia chiquinquireña y su carroza. A las 7:30 .... de la noche, el deseo de la multitud se cumplió. María del Rosario de Chiquinquirá, lucía sus mejores galas, con su corona de 10 kilos de oro, los ángeles custodios y el cetro, para salir a las calles de su barriada, donde la fe y orgullo de venerar a la Madre de Dios, brotaban por doquier.
El aroma a rosas acompañó a los fieles en el recorrido de cuatro horas por los alrededores de San Juan de Dios. Las banderas blancas y celestes enarboladas en los ventanales coloniales y las gaitas de Ricardo Aguirre, indicaban que por allí pasaría la procesión.
“Aunque no vivo en El Saladillo. Vengo todos los años a la calle El Recreo para ver a la Reina Morena”, indicó María Chiquinquirá de López, de 62 años y habitante de la urbanización La Estrella.
Dos columnas de Hijas de María y un ejército de Servidores, se encargaron de acompañar a la Dama de El Saladillo, mientras recibía los tributos de sus hijos.
“Tengo el corazón agitado, tan sólo de ver el retablo. Si puedo acercarme a la carroza le imploraré por la salud de mi hijo. Sé que ella me comprenderá”, dijo Victoria de Márquez, entre una lluvia de flores.
Las peticiones y promesas no cesaron en un instante. Mujeres de todas las edades vestidas de manta guajira, niños vestidos de ángeles y personas con la imagen de la Virgen zuliana, destacaban en la multitud.
“Es un verdadero milagro caminar bajo el mesón. La oración nos ayuda a movernos casi a oscuras”, precisó Jorge Vílchez, vicepresidente de la sociedad Servidores de María.
Los fieles católicos acompañaron hasta casi entrada la madrugada a la Patrona, por la avenida Padre Áñez, El Recreo, Navarro, Padilla y Los Andes. Los habitantes de la la calle Celis, también recibieron a la visitante.
El pueblo se encontró ayer con su Reina, como ha sucedido en los últimos 266 años. La cita se repetirá el sábado 29 de noviembre, cuando se realice la procesión parroquial.
Texto: Mariana Albarrán Pasini
Foto: Alberto Alvarado
La procesión patronal visitó a los habitantes de El Saladillo. Las flores y gaitas no faltaron en el peregrinar.
Cuando el día cedía su turno a la noche, más de seis mil almas aguardaban, ayer, el encuentro con la reliquia chiquinquireña y su carroza. A las 7:30 .... de la noche, el deseo de la multitud se cumplió. María del Rosario de Chiquinquirá, lucía sus mejores galas, con su corona de 10 kilos de oro, los ángeles custodios y el cetro, para salir a las calles de su barriada, donde la fe y orgullo de venerar a la Madre de Dios, brotaban por doquier.
El aroma a rosas acompañó a los fieles en el recorrido de cuatro horas por los alrededores de San Juan de Dios. Las banderas blancas y celestes enarboladas en los ventanales coloniales y las gaitas de Ricardo Aguirre, indicaban que por allí pasaría la procesión.
“Aunque no vivo en El Saladillo. Vengo todos los años a la calle El Recreo para ver a la Reina Morena”, indicó María Chiquinquirá de López, de 62 años y habitante de la urbanización La Estrella.
Dos columnas de Hijas de María y un ejército de Servidores, se encargaron de acompañar a la Dama de El Saladillo, mientras recibía los tributos de sus hijos.
“Tengo el corazón agitado, tan sólo de ver el retablo. Si puedo acercarme a la carroza le imploraré por la salud de mi hijo. Sé que ella me comprenderá”, dijo Victoria de Márquez, entre una lluvia de flores.
Las peticiones y promesas no cesaron en un instante. Mujeres de todas las edades vestidas de manta guajira, niños vestidos de ángeles y personas con la imagen de la Virgen zuliana, destacaban en la multitud.
“Es un verdadero milagro caminar bajo el mesón. La oración nos ayuda a movernos casi a oscuras”, precisó Jorge Vílchez, vicepresidente de la sociedad Servidores de María.
Los fieles católicos acompañaron hasta casi entrada la madrugada a la Patrona, por la avenida Padre Áñez, El Recreo, Navarro, Padilla y Los Andes. Los habitantes de la la calle Celis, también recibieron a la visitante.
El pueblo se encontró ayer con su Reina, como ha sucedido en los últimos 266 años. La cita se repetirá el sábado 29 de noviembre, cuando se realice la procesión parroquial.
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